SAN LUIS - Los Marlins depositaron su confianza en Hanley Ramírez hace tres años y medio cuando incluyeron nombres como Josh Beckett y el boricua Mike Lowell en un cambio con Boston para adquirir al dominicano.
Los Marlins depositaron mucho dinero en lo que es Hanley Ramírez el pelotero cuando le dieron una jugosa extensión de contrato en el 2008.
Ahora Hanley deposita su confianza en la gerencia de la Florida, equipo que lucha por la clasificación en la Liga Nacional.
"Ellos (en la oficina central) hacen su trabajo", dijo Ramírez en la ciudad de San Luis, donde participa en las actividades del Juego de Estrellas. "Están trabajando para formar un buen equipo. Creo que en la segunda mitad pueden suceder cosas buenas para los Marlins."
De ser así, tendrá la Florida que contar con la producción de Ramírez, quien por segunda temporada consecutiva fue elegido como torpedero titular del equipo de la Liga Nacional.
Ahora el papel de Hanley es diferente que en años anteriores, ya que es tercer bate en vez de primero.
"La diferencia ahora es que estoy bateando con más corredores en posición de anotar", dijo Ramírez sobre su rol de tercero en la alineación. "Tengo que estar consciente de las situaciones."
En cuanto a los números, el nativo de está mejor que nunca, encabezando la Liga Nacional con promedio de .349.
Adem&aacuet;s, se nota bastante el aumento en la producción de carreras. Ramírez llegó a la mitad de esta campaña con 61 vueltas remolcadas, apenas seis menos que el 2008, cuando empujó 67. Fácilmente debe de superar la mayor cantidad de su carrera, 87, que fueron en el 2007.
Según, Ramírez su gran temporada se debe en gran parte a que ha madurado como bateador-y no necesariamente debido al cambio de turno en el lineup-al mejorar su disciplina en el plato.
Sus 49 ponches lo colocan a un ritmo de llegar cerca de los 100 este año, pero nada que ver con los 122 en el 2008 ni los 128 en su año de novato en el 2006.
"Antes tenía todo el talento, decía la gente, pero ahora he aprendido lo que tengo que hacer en el home plate."
Una preocupación para Ramírez y los Marlins ha sido la salud, específicamente una lesión en la cadera que mantuvo fuera al dominicano durante varios días. Pero volvió durante la serie entre la Florida y los Diamondbacks, y ya parece estar camino a sanarse en un 100%.
"Me siento mucho mejor. Vengo de (la lesión en la cadera), pero estamos trabajando (para estar en plenas condiciones)."
En torno a lo que resta de la campaña, Ramírez cree que los Marlins están para dar la batalla.
"Estamos jugando bien. Ahora tenemos los próximos cuatro partidos con los Filis, vamos a ver qué pasa."
Los Marlins depositaron mucho dinero en lo que es Hanley Ramírez el pelotero cuando le dieron una jugosa extensión de contrato en el 2008.
Ahora Hanley deposita su confianza en la gerencia de la Florida, equipo que lucha por la clasificación en la Liga Nacional.
"Ellos (en la oficina central) hacen su trabajo", dijo Ramírez en la ciudad de San Luis, donde participa en las actividades del Juego de Estrellas. "Están trabajando para formar un buen equipo. Creo que en la segunda mitad pueden suceder cosas buenas para los Marlins."
De ser así, tendrá la Florida que contar con la producción de Ramírez, quien por segunda temporada consecutiva fue elegido como torpedero titular del equipo de la Liga Nacional.
Ahora el papel de Hanley es diferente que en años anteriores, ya que es tercer bate en vez de primero.
"La diferencia ahora es que estoy bateando con más corredores en posición de anotar", dijo Ramírez sobre su rol de tercero en la alineación. "Tengo que estar consciente de las situaciones."
En cuanto a los números, el nativo de está mejor que nunca, encabezando la Liga Nacional con promedio de .349.
Adem&aacuet;s, se nota bastante el aumento en la producción de carreras. Ramírez llegó a la mitad de esta campaña con 61 vueltas remolcadas, apenas seis menos que el 2008, cuando empujó 67. Fácilmente debe de superar la mayor cantidad de su carrera, 87, que fueron en el 2007.
Según, Ramírez su gran temporada se debe en gran parte a que ha madurado como bateador-y no necesariamente debido al cambio de turno en el lineup-al mejorar su disciplina en el plato.
Sus 49 ponches lo colocan a un ritmo de llegar cerca de los 100 este año, pero nada que ver con los 122 en el 2008 ni los 128 en su año de novato en el 2006.
"Antes tenía todo el talento, decía la gente, pero ahora he aprendido lo que tengo que hacer en el home plate."
Una preocupación para Ramírez y los Marlins ha sido la salud, específicamente una lesión en la cadera que mantuvo fuera al dominicano durante varios días. Pero volvió durante la serie entre la Florida y los Diamondbacks, y ya parece estar camino a sanarse en un 100%.
"Me siento mucho mejor. Vengo de (la lesión en la cadera), pero estamos trabajando (para estar en plenas condiciones)."
En torno a lo que resta de la campaña, Ramírez cree que los Marlins están para dar la batalla.
"Estamos jugando bien. Ahora tenemos los próximos cuatro partidos con los Filis, vamos a ver qué pasa."
