NUEVA YORK - Mientras el quisqueyano Pedro Martínez acompañaba a su padre en su lecho de muerte, compartía con su familia en la República Dominicana y lanzaba por su país en Clásico Mundial de Béisbol, no hacía más que esperar la llamada de los Mets.
"Me fui de mi adorado Shea Stadium de una manera muy triste", dijo Martínez cuando se dirigió a la prensa durante 15 minutos antes del primer juego de la serie entre los Filis y los Mets en el Citi Field.
"No sólo perdimos, sino perdimos de una manera muy mala. No lancé como quería hacerlo por los Mets. Un lanzador como yo no se debería haberse ido de esa forma".
Pero los Mets nunca llamaron de nuevo y cuando Martínez escuchó al piloto Jerry Manuel decir públicamente durante los entrenamientos que el equipo tenía todo el pitcheo que necesitaba, el dominicano captó la indirecta.
El problema era que aún deseaba lanzar. Los Filis, rivales de los Mets en el Este de la Liga Nacional, le dieron la oportunidad de hacerlo al firmarlo en julio y darle un puesto en la rotación. Ahora Martínez está de regreso en Grandes Ligas y lanzará no con los Mets sino contra ellos el domingo cuando se enfrente al zurdo mexicano Oliver Pérez en el Citi Field.
"Desde que me uní a los Filis, dije que iba a disfrutar cada lanzamiento, cada momento que paso en el béisbol", dijo Martínez. "Así es como mi papá siempre quiso que lo hiciera".
Martínez probablemente no hubiera podido salvar a los Mets de una temporada deshecha por las lesiones, pero si hubiera sido por él, quizás hubiera rematado su carrera de otra manera.
"No me siento mal", dijo. "Supongo que todo el mundo es responsable por sus propias decisiones. Sólo espero que los aficionados de los Mets entiendan que fui honesto cuando dije que me sentía mejor y con más confianza".
A mitad de temporada, los Filis necesitaban pitcheo y Martínez sintió que encajaría bien en las filas de los campeones.
"Se siente muy bien estar en un equipo como este", dijo."¿Y saben qué? Este equipo me ha sorprendido mucho. Este equipo, por más intensos que sean en el terreno, no refleja la calma que hay en el clubhouse".
Agregó, "Ahora visto un uniforme diferente. Lo único que ha cambiado son los colores", dijo. "Sigo siendo la misma persona".
"Me fui de mi adorado Shea Stadium de una manera muy triste", dijo Martínez cuando se dirigió a la prensa durante 15 minutos antes del primer juego de la serie entre los Filis y los Mets en el Citi Field.
"No sólo perdimos, sino perdimos de una manera muy mala. No lancé como quería hacerlo por los Mets. Un lanzador como yo no se debería haberse ido de esa forma".
Pero los Mets nunca llamaron de nuevo y cuando Martínez escuchó al piloto Jerry Manuel decir públicamente durante los entrenamientos que el equipo tenía todo el pitcheo que necesitaba, el dominicano captó la indirecta.
El problema era que aún deseaba lanzar. Los Filis, rivales de los Mets en el Este de la Liga Nacional, le dieron la oportunidad de hacerlo al firmarlo en julio y darle un puesto en la rotación. Ahora Martínez está de regreso en Grandes Ligas y lanzará no con los Mets sino contra ellos el domingo cuando se enfrente al zurdo mexicano Oliver Pérez en el Citi Field.
"Desde que me uní a los Filis, dije que iba a disfrutar cada lanzamiento, cada momento que paso en el béisbol", dijo Martínez. "Así es como mi papá siempre quiso que lo hiciera".
Martínez probablemente no hubiera podido salvar a los Mets de una temporada deshecha por las lesiones, pero si hubiera sido por él, quizás hubiera rematado su carrera de otra manera.
"No me siento mal", dijo. "Supongo que todo el mundo es responsable por sus propias decisiones. Sólo espero que los aficionados de los Mets entiendan que fui honesto cuando dije que me sentía mejor y con más confianza".
A mitad de temporada, los Filis necesitaban pitcheo y Martínez sintió que encajaría bien en las filas de los campeones.
"Se siente muy bien estar en un equipo como este", dijo."¿Y saben qué? Este equipo me ha sorprendido mucho. Este equipo, por más intensos que sean en el terreno, no refleja la calma que hay en el clubhouse".
Agregó, "Ahora visto un uniforme diferente. Lo único que ha cambiado son los colores", dijo. "Sigo siendo la misma persona".
