ALEX FELIZ COMO UN NIÑO, ASI QUIEN NOOO!!!!!!


SANTO DOMINGO -- El antesalista Alex Rodríguez dijo el domingo que tuvo que superar muchos obstáculos para tener una temporada productiva y ganar un anillo de campeón con los Yanquis de Nueva York. "Esta temporada se puede decir que caí lo más bajo posible, estuve en el suelo y me levanté para jugar sin presión y me concentré. Gocé la temporada y por eso tuve buenos resultados", dijo Rodríguez en una rueda de prensa en el Estadio Quisqueya de la capital dominicana. Rodríguez admitió en marzo que había consumido esteroides mientras jugaba para los Rangers de Texas, fue objeto de escrutinio público durante su divorcio de Cinthya Rodríguez y sufrió una lesión en la cadera que lo sacó de acción por un mes. "Me sentí cómodo porque jugué como que no tenía nada que perder, me levanté del piso y sólo disfruté el juego, gocé jugando béisbol", agregó. A pesar de haberse perdido las primeras cinco semanas de acción, Rodríguez terminó con 30 jonrones y 100 remolcadas, al conectar dos vuelacercas e impulsar siete anotaciones en el último partido de la vuelta regular. "Después de todo lo que había pasado, si Dios me daba 14 jonrones y 50 remolcadas yo me iba a sentir bien y a estar tranquilo. Pero las cosas salieron muy bien y sólo puedo estar agradecido", indicó. Rodríguez también logró producir en postemporada con los Yanquis, algo por lo que siempre se le había criticado. "Estas son las cosas que uno siempre espera, ganar una Serie Mundial es lo más grande. Uno se siente como un niño de 10 años. Ganar un campeonato me hace sentir orgulloso de mí mismo. Ese es el momento que uno espera y nunca lo olvidaré", añadió. Los Yanquis derrotaron en seis juegos a los Filis de Filadelfia para coronarse campeones de la Serie Mundial por primera vez desde que ganaron tres cetros consecutivos entre 1998 y el 2000. LO QUE LE FALTABA Rodríguez había acumulado dinero en el banco y premios como Jugador Más valioso bajo su manto; ahora tiene el único premio que había deseado: Un anillo de campeón de la Serie Mundial. Después de seis temporadas de imparables y cuadrangulares, angustias y dolores de cabeza, finalmente obtuvo el galardón soñado. Llegó al entrenamiento de pretemporada exhibido y avergonzado, etiquetado como un consumidor de esteroides en sus años con Texas. "Yo debía una disculpa", dijo el pelotero, "no sólo a mis compañeros de equipo y a toda la organización, sino a cada uno de los aficionados de todo el mundo", señaló. Semanas más tarde, terminó en una mesa de operaciones en Colorado, sin estar seguro de si lograría regresar al terreno de juego. Cuando volvió al diamante luego de su cirugía, tuvo una temporada de superlativos. Conectó un cuadrangular en su primer batazo en Baltimore, levantando a los Yanquis de una marca de inicio de temporada de 13-15, y volvió a poner la bola del otro lado de la cerca en su última oportunidad al bate en temporada regular, en Tampa Bay. Su cuadrangular de tres carreras y el que conectó con casa llena contra los Rays esa tarde lo colocaron con 30 batazos de vuelta entera y 100 carreras impulsadas por 12 año consecutivo. Y luego eliminó la reputación de cero productividad en octubre que se había adherido a él tanto como sus tres títulos de Jugador Más Valioso de la Liga Americana, logrando una actuación que emuló la de aquellos jugadores a quienes más admira, Reggie Jackson y Derek Jeter. A-Rod había bateado de 59-8 (.136) en postemporada desde el 2004 y no tenía imparable en 18 turnos consecutivos en postemporada con corredores en posición de anotar.
 

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